martes, 27 de marzo de 2012

metodos anticopnceptivos


MÉTODOS ANTICONCEPTIVOS
Definición
Se entiende como anticoncepción los métodos y técnicas que puede emplear una pareja para mantener relaciones sexuales satisfactorias libremente, de forma que el embarazo se produzca en el momento en que ellos lo consideren oportuno. Los métodos anticonceptivos son técnicas concretas para prevenir embarazos no deseados.
El término de anticoncepción, en un sentido más estricto, significa evitar la concepción o fecundación. No obstante, desde un punto de vista practico, estos métodos incluyen todos los procedimientos que existen para evitar la fecundación, la implantación y el crecimiento de la célula huevo.
Requisitos al elegir un anticonceptivo para la planificación familiar
  1.  
  2. Garantizar una protección segura contra un embarazo no deseado.
  3. Carecer de efectos secundarios peligrosos.
  4. Ser aceptable psicológicamente, teniendo en cuenta el necesario equilibrio en una relación sexual armónica.
  5. Ser reversible, porque ninguna persona renuncia con gusto de manera permanente a la posibilidad de reproducirse.
  6. Ser económico.
  7. Que se pueda utilizar fácilmente.
Tipos de métodos
Métodos naturales
Son los que no se basan en ningún mecanismo físico o químico para evitar el embarazo.
De estos métodos, los únicos recomendables son los que se basan en la continencia periódica, que consiste en no realizar el coito durante los días previos y posteriores a la ovulación. Es decir, que se basan en evitar el coito vaginal durante los días de l ciclo menstrual en que se podría producir la fecundación. En cada ciclo menstrual existe un período fértil durante el cual, de realizarse un coito, podría producirse la fecundación, y un período no fértil, durante el cual la fecundación no es posible. Los óvulos solo se mantienen viables hasta 24 horas después de la ovulación, y los espermatozoides solo pueden sobrevivir hasta un máximo de 72 horas dentro del aparato genital femenino. Así, el período fértil comprende desde tres días antes de la ovulación hasta un día después de ésta, y dura, en total, cuatro días. Por el contrario, el período no fértil se inicia un día después de la ovulación y se extiende hasta tres días antes de la siguiente ovulación, comprendiendo un total de 24 días.
Los ciclos menstruales no duran siempre 28 días, y la ovulación no se produce en todos los casos el día 14 de cada ciclo. Por ello, en la práctica, al emplear estos métodos, el período de continencia o abstención del coito vaginal debe extenderse a unos 6 o 7 días, para garantizar un margen mínimo de seguridad.
Estos métodos poseen la ventaja de ser naturales y resultar económicos, pero requieren un largo período de preparación y entrenamiento y una gran dosis de disciplina. Además, la abstinencia de coito vaginal durante períodos repetidos a menudo comporta trastornos emocionales. Por todo ello, su índice de fracaso es bastante elevado.
Dentro de este tipo de métodos encontramos los siguientes:
Método del calendario o método de Ogino
Es el método mediante el cual se puede predecir la fecha de la ovulación teniendo en cuenta las fechas de ovulación de los ciclos precedentes. Este cálculo se realiza apuntando, durante 12 meses seguidos, la fecha del primer día de cada regla, considerándola como el primer día de ciclo menstrual. Para establecer las fechas en que se puede producir el período fértil se resta 18 al número de días que ha durado el ciclo más corto y 11 al número de días que ha durando el ciclo más largo. La primera de las cifras obtenidas es la fecha del ciclo menstrual en que debe comenzar la continencia, y la segunda, la fecha en que acaba el período de continencia.
 Método de registro de la temperatura basal
Este método consiste en registrar la temperatura del cuerpo diariamente, y se basa en el hecho de que, durante la ovulación y en los días posteriores la temperatura corporal se incrementa unas décimas por encima de lo normal.
Método de Billings
Consiste en observar las características del flujo vaginal a lo largo del ciclo menstrual, y se basa en que en el momento de la ovulación el flujo vaginal es más abundante y líquido que en el resto del ciclo.
 Coitus interruptus
Este método consiste en retirar el pene antes de la eyaculación, no se considera un método anticonceptivo, porque ya antes de la eyaculación se expulsa por la uretra un flujo que contiene cantidades importantes de espermatozoides.
Además, puede provocar insatisfacción sexual y frustración, porque requiere un alto grado de control por parte del hombre, y las relaciones sexuales no suelen vivirse como completas.
Métodos de barrera mecánica o química
Se basan en el empleo de dispositivos y/o sustancias químicas que impiden por una u otra vía, que los espermatozoides penetren en el útero. Los más importantes son el condón o preservativo, el condón femenino, el diafragma y los espermicidas, que se pueden presentar en forma de óvulos vaginales, cremas, geles y aerosoles. Su índice de eficacia es bastante elevado, especial- mente si se emplean conjuntamente los que implican una barrera física con los espermicidas.
Preservativo o condón
Es una funda de látex que se coloca sobre el pene antes de realizar el coito, impidiendo que el semen entre en contacto con el aparato genital femenino.
El preservativo posee varia ventajas como anticonceptivo. En primer lugar, el fácil de emplear, es relativamente económico y no requiere prescripción médica. Además, es un método relativamente eficaz para prevenir embarazos no deseados, especialmente si se utiliza conjuntamente con sustancias espermicidas. Por otra parte, es útil para la prevención de diversas enfermedades de transmisión sexual. En general, esta especialmente recomendado en las relaciones sexuales esporádicas y en los adolescentes.
Los preservativos se mantienen en buen estado durante dos años.
No se deben usar después de su fecha de caducidad, y deben conservarse en un sitio fresco y seco. Se han de colocar antes de que el pene contacte con los genitales femeninos, ya que las secreciones uretrales suelen contener espermatozoides. Para que este sea colocado, el pene debe estar erecto, y el prepucio replegado hacia atrás, dejando el glande al descubierto.
Tras desenrollarlo, el preservativo sea de adherir a lo largo de la superficie del pene sin que se formen bolsas de aire. Los preservativos suelen presentar, en su extremo, un depósito para el semen. Sino existe tal depósito, hay que dejarlos sobresalir un centímetro en la punta. Los preservativos suelen tener incorporadas sustancias espermicidas y lubricantes. No obstante, para aumentar su eficacia, conviene untar el preservativo, el pene y la vagina con crema espermicida, antes de colocarlo. Nunca debe usare vaselina o algún otro lubricante soluble en grasas, que pueden desintegrar el látex.
Los lubricantes deben ser hidrosolubles.
Una vez que ha tenido lugar la eyaculación, se debe retirar el pene de la vagina lo antes posible, para evitar que, al reducir este su tamaño, el preservativo se desprenda y caiga dentro de la vagina.
Por la misma razón al retirar el pene de la vagina, conviene sujetar el condón por su base.
Los preservativos sólo pueden usarse una vez. Así, después de usarlos, hay que tirarlos y, si se desea seguir practicando el coito, debe emplearse uno nuevo.
Beneficios colaterales:
  • Prevención de infecciones vaginales o transmitidas por contacto sexual y, posiblemente, de enfermedad inflamatoria pélvica.
  • Mayor comodidad y placer sexual con los dispositivos lubricados.
  • Inclusión del condón en el juego sexual.
  • Reducción de títulos de anticuerpos en las parejas en que la mujer los produce contra los espermatozoides de su compañero.
Diafragma
Es una especie de gorro de látex que se coloca en el fondo de la vagina, cubriendo y obstruyendo la entrada del cuello uterino, y que impide que el semen se introduzca en el útero.
Los diafragmas no son desechables sino que pueden usarse durante varios meses, hasta un máximo de dos años. Existen diversas medidas de diafragmas, que se adaptan a la anatomía de la mujer que los usa, y conviene que sea una especialista quien decida cuál es la medida adecuada para cada persona.
El diafragma es relativamente fácil de emplear y no interfiere en el funcionamiento normal del aparato genital femenino. No obstante, es conveniente que lo seleccione un especialista y que la mujer se someta a un control ginecológico con cierta periodicidad. En general, tiene las mismas ventajas, inconvenientes e indicaciones que el preservativo. Sin embargo, su eficacia es algo inferior, incluso cuando se emplea con espermicidas.
El diafragma debe colocarse antes del coito. Lo ideal es unos 10 minutos antes, y nunca más de 2 horas antes, ya que podría irritar y molestar. Conviene utilizarlo con una crema espermicida, que ha de colocarse sobre la superficie convexa, que es la queda, tras la colocación, mirando hacia la vagina. Para colocar es conveniente que la mujer esté agachada, con las piernas separadas.
Se sujeta el diafragma con una mano, de forma que este quede formando un 8, y se introduce hasta el fondo de la vagina, de manera que cubra el cuello del útero.
El diafragma ha de permanecer colocado un mínimo de 8 horas después de la última eyaculación, porque durante este tiempo aún pueden quedar espermatozoides viables, pero nunca más de 2 días, porque su permanencia favorece el desarrollo de infecciones. Si se desea practicar el coito antas de retirarlo, basta con untar la vagina y el pene con espermicidas.
Tras extraerlo, el diafragma debe lavarse con agua y jabón neutro, comprobando que este íntegro. Si es así, se entalca y se conserva en un lugar fresco y seco para usarlo la próxima vez. En caso contrario, se ha de adquirir uno nuevo.
Ventajas:
  • No interfiere la lactancia.
  • Puede insertarse de 2 a 6 horas antes del coito.
  • Se evita la ingestión diaria de comprimidos.
  • No altera los procesos metabólicos o fisiológicos.
  • Los beneficios colaterales del empleo consiste en cierta protección contra enfermedades de transmisión sexual y contra el desarrollo de displasia cervical.
Efectos secundarios y complicaciones:
  • Prurito, ardor o inflamación del tejido vaginal, por alergia al látex, el caucho o a la jalea o cremas espermicidas.
  • Posible dificultad en las evacuaciones o alteración del tamaño de las heces; asimismo, hemorroides cuando el dispositivo ejerce presión sobre el colon descendente a través de la pared vaginal, a causa de su gran tamaño.
  • Dolor por tejido vaginal o episiotomía no cicatrizados cuando el dispositivo se coloca demasiado pronto después de parto a término.
Contraindicaciones:
  • Alergias al caucho o a los espermicidas.
  • Antecedentes de infección recurrente de vías urinarias.
  • Anomalías de las vías genitales a causa de musculatura débil, con prolapso uterino; cistocele, rectocele y disminución del tono vaginal, casi siempre en multíparas.
  • Útero fijo en retroflexión o retroversión.
  • Falta de tiempo o de personal capacitado para ajustar el diafragma e instruir a la paciente sobre su uso.
  • Antecedentes de síndrome de shock tóxico.
  • Incapacidad de la mujer para aprender a insertar y retirar el diafragma.
  • Falta de medios y de intimidad para la inserción, la higiene, o de un sitio apropiado para guardar el dispositivo.
  • Musculatura vaginal muy tensa que impide la inserción del diafragma.
  • Escotadura por detrás del pubis demasiado superficial para dar apoyo al reborde del diafragma.
Capuchón cervical
Se trata de un dispositivo de caucho blando, en forma de capuchón, que se ajusta firmemente sobre el cuello uterino e impide el paso de los espermatozoides. Es más profundo y de menor diámetro que el diafragma, y se mantiene en su sitio por efecto de vacío.
El capuchón debe llenarse hasta la mitad con jalea espermicida para mejorar su eficacia, puede ser más difícil de colocar y extraer que el diafragma y se considera de eficacia semejante a la de este último.
Contraindicaciones:
  • Falta de personal capacitado para colocar el dispositivo e instruir a la paciente sobre su empleo.
  • Alergia al caucho o a los espermicidas.
  • Anomalías anatómica del cuello uterino o de la vagina.
  • Incapacidad de la mujer para aprender la técnica de inserción.
  • Infecciones cervicales o vaginales.
  • Frotis de Papanicolau anormal.
  • Antecedentes de síndrome de shock tóxico
Compresa anticonceptiva vaginal
Se trata de compresas de colágeno natural o material sintético en las que se incorpora un agente espermicida. La compresa tiene la forma de una pequeña almohadilla, en uno cuyos lados presenta una depresión cóncava para que se ajuste al cuello uterino, mientras que en el reverso dispone de una tira que facilita la extracción del dispositivo. Además de sus propiedades espermicidas, actúa como barrera cervical y atrapa los espermatozoides.
Antes de su introducción, la compresa debe humedecerse con agua. El dispositivo brinda protección durante 24 horas, período durante el cual puede repetirse el coito varias veces sin tomar más precauciones, aunque conviene complementar el método con el añadido de espermicidas. A las 24 horas se extrae y se desecha.
La compresa anticonceptiva vaginal se considera de eficacia similar a la del diafragma, aunque tal vez sea menor.
Contraindicaciones:
  • Alergia al espermicida o al poliuretano.
  • Anomalías de las estructuras pélvicas que dificultarían su colocación, retención o extracción.
  • Incapacidad de la mujer para colocar o extraer el dispositivo.
  • Incapacidad de recordar la manera de emplearlo.
  • Antecedentes de síndrome de shock tóxico.
  • Colonización vaginal por Staphylococcus aureus.
Las sustancias espermicidas
Son productos farmacéuticos que tienen la propiedad de inmovilizar o destruir los espermatozoides y que, tras introducirse en la vagina, impiden que éstos se mantengan viables y penetren en el útero.
Las sustancias espermicidas que se presentan en forma de óvulos, tabletas vaginales, gel, crema y aerosol, deben introducirse en la vagina entre algunos minutos y una hora antes del coito. Siempre debe leerse atentamente el prospecto del producto, ya que su forma de empleo y la duración de su efecto son variables. Por lo general, su efecto dura entre 30 y 120 minutos. Tras la eyaculación, debe dejarse pasar un espacio de dos horas, como mínimo, antes de lavarse la vagina, de manera que su efecto se mantenga el máximo tiempo posible.
Los espermicidas tienen la ventaja de ser completamente inocuos y de fácil manejo. La única desventaja que poseen es que, a veces, producen una sensación de quemazón, tanto en el varón como en la mujer. Su eficacia es mediana, pero muy buena cuando se usa conjuntamente con los preservativos, y buena cuando de emplea junto con el diafragma.
Métodos de acción sobre la fisiología humana
Los métodos fisiológicos actúan modificando los procesos fisiológicos que regulan la fecundación y implantación, y son los más eficaces. Entre estos métodos se encuentran el dispositivo intrauterino o DIU, los anticonceptivos hormonales, y la esterilización femenina y masculina.
Dispositivo intrauterino o DIU
Este dispositivo también conocido como "espiral", es un elemento de pequeñas dimensiones que se insertan dentro del útero y que impide que el embarazo prospere.
Todavía no se conoce con total exactitud el mecanismo de acción del DIU. Sin embargo, al parecer, el DIU actúa como cuerpo extraño dentro de la cavidad uterina, frente al cual la mucosa de este órgano reacciona mediante una inflamación que no ocasiona molestias a la portadora, pero impide que la célula huevo se implante.
La colocación de DIU es un procedimiento muy sencillo que lleva a cabo el especialista. No obstante, antes de recurrir a este método anticonceptivo, la mujer ha de someterse a un examen ginecológico, en el que se descartan diversos trastornos que podrían contraindicarlo, como infecciones, hemorragias o tumores.
El DIU no está indicado en todas las mujeres. En general, es más recomendable en las que ya han tenido hijos, porque lo toleran mejor. Sin embargo, hay una gran diversidad se modelos, algunos de ellos especialmente recomendados para mujeres que aún no se han quedado embarazadas.
Entre las ventajas del DIU destaca que es un método anticonceptivo de acción muy prolongada, ya que sólo debe sustituirse dos a cinco años, que no actúa fuera de útero, a diferencia de los anticonceptivos hormonales, y que no es un método anticonceptivo irreversible, a diferencia de la esterilización. Por otra parte, el DIU obliga a las mujeres portadoras a someterse a controles ginecológicos periódicos y, en muy contados casos, da lugar a complicaciones de cierta gravedad. El DIU esta considerado como el método anticonceptivo más eficaz, después de la esterilización y los anticonceptivos hormonales.
Ventajas:
  • No requiere la toma periódica de medicamentos (como la píldora), ni ninguna maniobra cada vez que se practica el coito(como los métodos de barrera)ni aprendizaje alguno.
  • No tiene efectos colaterales generales, ya que actúa a nivel local.
  • Tiene una elevada eficacia, con un índice de fracasos cifrado actualmente en el 0,5-2%.
Desventajas:
  • No es totalmente efectivo durante el primer mes de la colocación, por lo que se requiere otro método complementario en este período.
  • Pueden provocar hemorragias menstruales más prolongadas y abundantes, así como sangrado no menstrual.
  • La mujer debe controlar la situación del DIU después de cada menstruación (mediante palpación del hilo vaginal), ya que puede modificarse su posición o ser expulsado.
  • Es necesario cambiar el dispositivo periódicamente (la duración es de 1-2 años para los DIU con progesterona, y de hasta 4-5 años para el resto).
  • Puede dar lugar a complicaciones: infecciones genitales. Enfermedad inflamatoria pélvica, perforación uterina.
Señales de peligro:
  • Ausencia o retraso del período menstrual.
  • Dolor abdominal o pélvico.
  • Fiebre, escalofríos.
  • Hemorragias abundantes, coágulos, manchas de sangre en la ropa interior, periodos menstruales intensos.
  • Ausencia del hilo vaginal del dispositivo intrauterino o percepción de un objeto duro en el cuello uterino.
  • Flujo vaginal abundante, fétido o peculiar.
Métodos hormonales
Dentro de ellos los más utilizados son los anovulatorios (impiden la ovulación) de administración oral, denominados popularmente"píldora"anticonceptivas combinadas contienen estrógenos y progestágenos en diversas proporciones, que brinda la posibilidad de seleccionar entre distintas variedades. Su mecanismo de acción consiste en alterar la secreción hipofisaria de las hormonas gonadotróficas que regulan el ciclo ovárico, de tal modo que se suprime la ovulación. Además de sus efectos anovulatorios, entre otras acciones, los estrógenos interfieren la movilidad de las trompas de Falopio y el eventual trasporte del óvulo, mientras que los progestágenos modifican las características del moco cervical, así como la eventual capacitación y el trasporte e implantación del óvulo en el endometrio.
Beneficios colaterales:
  • Disminuye la frecuencia de la anemia ferropriva: un 50% menor que en las no usuarias.
  • Reduce el flujo menstrual.
  • Disminuyen los casos de enfermedad inflamatoria pélvica.
  • Reducen la incidencia de mastopatía benigna.
  • Disminuye la incidencia de quistes ováricos benignos.
  • Protege contra el embarazo ectópico.
  • Disminuye la incidencia de artritis remautoide.
  • Disminuyen el riesgo de cáncer endometrial.
  • Reduce los cólicos menstruales.
  • Disminuye la duración del período menstrual.
  • Regula los periodos menstruales.
  • Elimina el dolor intermenstrual.
  • Disminuye el temor al embarazo.
  • Puede ser útil para tratar el acné, los quistes ováricos y la endometriosis.
  • Puede incrementar el placer sexual.
  • Disminuye la tensión premenstrual.
Factores que deben considerarse en la elección del anticonceptivo oral:
  • Las mujeres menores de 30 años de edad, sin contraindicaciones.
  • Las pacientes mayores de 35 años, que fuman, no deben usarlos, independientemente de su estado de salud.
  • Deben emplearse inicialmente píldoras que contengan 35 mg o menos de estrógenos.
  • Las mujeres con contraindicaciones relativas o posibles que insisten en usar la píldora deben consultar al médico.
  • La paciente debe recordar que es indispensable tomar la píldora todos los días.
  • Las creencias culturales o religiosas pueden producir ambivalencia sobre el empleo de la píldora.
Contraindicaciones absolutas:
  • Tromboflebitis, trastornos tromboembólicos, enfermedad vascular cerebral, enfermedad coronaria; antecedentes de estos trastornos o alteraciones que predisponen a sufrirlos.
  • Alteraciones notables de la función hepática.
  • Diagnóstico o sospecha del carcinoma de mama.
  • Diagnóstico o sospecha de una neoplasia dependiente de estrógenos, en especial carcinoma endometrial.
  • Hemorragia genital anormal sin causa diagnosticada.
  • Diagnóstico o sospecha de embarazo.
  • Ictericia obstructiva del embarazo.
  • hiperlipidemia congénita.
  • Obesidad en fumadores mayores de 35 años de edad.
Contraindicaciones relativas:
  • Migrañas.
  • Hipertensión.
  • Liomioma uterino.
  • Operaciones planeadas: debe suspenderse la toma, de ser posible, un mes antes de la operación, para evitar un mayor riesgo de trombosis postoperatoria.
  • Epilepsia.
  • Enfermedad de las células falciformes.
  • Diabetes mellitas.
  • Inmovilización de miembros inferiores o lesiones importantes en pierna por debajo de la rodilla.
  • Edad: 45 años o más; o bien, 40 años o más si hay un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedad cardiovascular.
  • Alteraciones del funcionamiento hepático durante el último año.
Posibles contraindicaciones:
  • Terminación del embarazo durante los últimos 14-15 días.
  • Aumento ponderal de 4,5 kg o más mientras la paciente estaba tomando la píldora.
  • Ciclos menstruales irregulares.
  • Perfil sugerente de problemas de ovulación y esterilidad.
  • Alteraciones cardíacas o renales.
  • Trastornos que dificulten a la paciente seguir las instrucciones sobre la ingestión de la píldora.
  • Alteración de vesícula biliar o colecistectomía reciente.
Señales de peligro:
  • Dolor abdominal intenso, que puede indicar colecistitis, formación de un coágulo, adenoma hepático o pancreatitis.
  • Dolor intenso en el tórax o taquipnea, que puede indicar embolia pulmonar o infarto de miocardio.
  • Cefalalgia intensa, que puede ser signo de accidente vascular cerebral, hipertensión o migraña.
  • Problemas visuales, como visión borrosa y fosfenos o ceguera, que pueden señalar accidente vascular cerebral, hipertensión u otros problemas vasculares.
  • Dolor intenso en pantorrilla o muslo, que puede indicar la formación de un coágulo en una vena de la pierna.
Instrucciones para la paciente en el empleo de anticonceptivos orales:
  • Iniciar el uso del primer envase de píldoras de una de las siguientes 3 formas:
·          
    • Tomar la primera píldora del envase el primer día del sangrado menstrual (primer día del ciclo)
    • Empezar el primer envase el domingo siguiente al inicio del período, se esté sangrando o no. Este método garantiza que no se producirán pérdidas por privación (hemorragias menstruales) durante los fines de semana.
    • Iniciar el primer envase el quinto día del período menstrual.
o     
      • Emplear un método anticonceptivo de refuerzo (espermicidas, condones o diafragma) cada vez que se tenga actividad sexual durante el primer mes de ingestión de la píldora.
      • Tomar la píldora aproximadamente a la misma hora cada día, para conservar uniforme la concentración sérica de hormonas.
      • Si en alguna ocasión e omite la administración de una píldora, hay que tomarla tan pronto se descubra el olvido sino ha pasado ya demasiado tiempo.
  • Si no han pasado más de 12 horas de la hora de administración habitual, el método no pierde eficacia.
  • Si han pasado más de 12 horas, continuar con la siguiente píldora a la hora habitual, teniendo en cuenta que la eficacia del método puede reducirse, lo que aconseja reforzarlo con otros procedimientos complementarios durante el resto del ciclo.
·          
    • Si pasa un día sin tomar la píldora, consultar en el prospecto del producto la conducta a adoptar. Por lo general se continúa con la siguiente, y se aconseja emplear un método de refuerzo hasta que se halla terminado el envase.
    • Si se omiten 2 o3 tomas seguidas, es posible que se produzca ovulación y embarazo.
  • En algunos casos en que se olvidan 2 tomas puede seguirse la pauta, aunque es necesario emplear un método de refuerzo hasta que se haya terminado el envase.
  • Si se omiten 3 tomas consecutivas, debe iniciar de inmediato un segundo método anticonceptivo y desechar las píldoras que hayan quedado en el envase. Iniciar un nuevo envase el domingo que siga a la omisión de 3 o más píldoras, aunque se esté sangrando, y continuar con el método de refuerzo hasta que hayan pasado 2 semanas con el nuevo envase. Si ha menudo ocurren omisiones, en especial durante varios días, será mejor pensar en otro método de control de la natalidad.
·          
    • Cuando se han estado tomando correctamente las píldoras y no se presenta un período menstrual, es poco probable que haya embarazo, por lo que puede iniciarse un nuevo envase en el momento indicado. En ocasiones falta algún período menstrual cuando se toman anticonceptivos, aunque en caso de duda debe consultarse al médico.
    • Si se ha omitido la toma de una o más píldoras y no se inicia el ciclo menstrual, debe suspenderse la ingestión. Conviene empezar otro método de control natal y efectuar una prueba de embarazo.
    • Si ya han faltado 2 períodos después de ingerir los anticonceptivos correctamente, se deberá efectuar una prueba de embarazo.
    • Se ocurre el embarazo mientras se está tomándola píldora, habrá un pequeño riesgo de que el lactante sufra trastornos congénitos, según sea el producto empleado. Algunos médicos recomendarán el aborto, aunque muchos otros no.
    • La administración de la píldora puede producir inicialmente efectos secundarios menores, como nauseas, cefalalgia, hemorragia por supresión, hipersensibilidad mamaria o flatulencia. Estos síntomas son resultado de las hormonas contenidas en la píldora y suelen desaparecer en uno a tres meses. Si persisten, quizá se requiera cambiar el anticonceptivo.
    • Si se presenta una enfermedad que curse con vómitos y diarrea durante varios días, debe recurrirse a un método de refuerzo hasta el siguiente período menstrual.
    • Si ocurre una hemorragia leve durante 2 o más ciclos, es conveniente cambiar de preparación. Se debe consultar al médico.
    • Si se desea el embarazo, es necesario suspender la ingestión del anticonceptivo. Lo mejor será dejar pasar varios meses en los que ocurran ciclos menstruales espontáneos antes de embarazarse, lo cual garantiza el reestablecimiento de la menstruación normal antes de que empiece el embarazo. Por tanto, es conveniente usar un método distinto de control de la natalidad durante los 3 meses siguientes a la interrupción de la anticoncepción oral.
    • Nunca debe pedirse píldoras a otra persona ni compartir las propias. Las mujeres que no se han sometido a exploración ni han recibido instrucciones sobre el uso de anticonceptivos orales y los signos de peligro pueden tener contraindicaciones para la ingestión de éstos, de las que no está enterada la persona que los comparte.
    • Si se ingresa en el hospital o consulta al médico por cualquier motivo, debe informarse al personal que se está tomando anticonceptivos.
    • Muchos médicos recomiendan a las mujeres que toman la píldora "descansar" por un tiempo de este tipo de tratamiento. Esta práctica da por resultado muchos embarazos no deseados, y no se ha demostrado que disminuyan los efectos secundarios o las complicaciones.
    • Si se fuma más de 15 cigarrillos al día, deben conocerse las señales de peligro que se presentan con la combinación de tabaquismo e ingestión de comprimidos. El uso concurrente de otras medicaciones puede reducir la eficacia del comprimido o de aquellas. Entre estos fármacos constan los siguientes: anticonvulsivantes, fenobarbital, rifanpicina, antibióticos, antiácidos, sedantes, hipnóticos, fenotiacinas, tranquilizantes, insulina e hipoglucemiantes orales, corticosteroides y antihistamínico.
    • Si la vaginitis por candida es un problema crónico, un anticonceptivo oral con alto contenido de progestágenos puede incrementar su incidencia.
Minipíldora